lunes, 1 de octubre de 2007

Aprendiendo otra vez

Hay veces en las que aprendes lo mismo de diferente forma. Por que será que debemos pasar varias veces por lo mismo y no aprendemos a la primera? Ayer fue la primera vez que me subí sobre unos ski y me di cuenta que ya había vivido experiencias similares a esta, no por el deporte, si no por las caídas que me pegué.

Al verme luchando contra la gravedad utilizando mi equlibrio recordé las tantas veces que luche para no caerme a causa de mi romanticismo empedernido aplicable a todas las relaciones sentimentales de mi vida (ojo que no me refiero solo a parejas).

Es cierto que es un deporte difícil, que nunca antes experimentado, pero me sentí en la mía porque en cosas de caídas soy una experta. Cada vez que me levantaba y decidía continuar recordé las tantas veces que me he tenido que parar y sacudir mi estrellado corazón de aquellos intentos frustados por encontrar un sincero amor. Recordé también las caídas que conlleva vivir, los caminos erróneos que tantas veces he tomado y aquellos momentos duros que sin quererlo he elegido.

Sin importar las caídas que me pegué sobre los ski, estoy aprendiendo a andar. Así mismo al pegarme porrazos aprendo a vivir pero esta vez caminando sobre mis pies, luchando con la gravedad del existir.

2 comentarios:

Escritor dijo...

Sorry, solo pasaba por aqui y tome los sky,... me encanto tu comparación ya que al igual como te caes, el dolor pasa y la nieve se derrite.

Un beso

Manuel dijo...

Las lecciones más importantes de la vida, al parecer, vienen en un formato singular, que es solo para nosotros. Lo bello es tener los oidos tan abiertos como para escuchar la voz del silencio.

Me encanto