jueves, 22 de mayo de 2008

Hojas de Otoño



Para algunos son molestas porque obstruyen el paso del agua hacia las alcantarillas o en las canaletas. Para otros son una expresión del arte en la naturaleza, por la variedad de colores que hay.

A mi me gustan porque, aunque a veces lo encuentro triste, creo que es un proceso por el que debe pasar el árbol y nosotros también. El otro día me encontré barriendo las hojas de mi arbol en el antejardín, debido a los frentes de mal tiempo que atacan la región había muchas hojas en el pasto. Ese día no cesaban las lluvias, dijeron que continuaría lloviendo, sentí que se veía desordenado el frente de mi casa con tanta hoja metida entremedio de todo lo que ahí existe, así que con la escoba empezé a despegar las hojas que estaban adheridas al pasto, al cemento, a la cerámica, a los maceteros y plantitas.

Algunas hojas eran más rebeldes que otras, algunas estaban rotas otras enteras, algunas mojadas y otras secas, de diversos colores había. Algunas se resistieron a entrar en la bolsa con la ayuda de la pala que me acompañaba así que me arremangué el chaleco y comencé a meterlas en la bolsa con mis manos, por supuesto me las embarré. Mientras hacía esto pensé que tal vez los vecinos al verme dirían "para que está limpiando si va a venir una ventolera y se va a volver a ensuciar su jardín" fué entonces cuando recordé que yo era muy parecida a mi jardín.

Recordé que tengo varias hojas pegadas a mi, cada hoja representa una cosa mala. Asi como en mi jardín yo tengo algunas más sucias, otras más pegadas, rotas, de colores y secas. Esas hojas me ensucian y hacen que no me vea realmente como soy.

Recordé también a mi gran Jardinero, que con paciencia se da el trabajo de sacarme cada una de las cosas que no me permiten mejorar y ser como soy. Aunque el sepa que viene una ventolera con la que tal vez vuelva a ensuciarme, me limpia como si no fuera a venir. Y me hermosea.

Gracias por tu amor Señor, mi gran Jardinero.