Te observo tras de mi ventana, en silencio, cobijada por el vidrio de mi timidez oculta. Esa ventana es puerta abierta a mis sueños de tenerte, a sentirte cerca mientras duermo y consolarme con aquellos sentimientos que nacieron sin saber como, cuando o de donde.
Una cortina me separaba aún más de ti, hasta que supiste que existía a tu alrededor. Fueron tus ojos los que derritieron aquel obstáculo y me permitieron estar un paso más cerca.
Sueños ya no me bastan, tus caricias sutiles regaladas al mirarme alimentan este deseo secreto de querer tenerte. Sigo creyendo que eres ese angel preparado para mi desde y para la eternidad.
Sé que tu estás tras una ventana, frente a la mía, observándome al igual que yo, tras un vidrio...pronto a romperse. No puedo engañar a mi corazón, solo existe una persona capaz de abrir mi ventana, y suplir la función de ese vidrio que me protege hasta ahora de las vanidades foráneas...que puede unir dos habitaciones herméticas y transformarlas en una sola dejando los temores en el pasado...Tú
